jueves, 28 de mayo de 2009

Amarre, vacile o amigos con derecho

"Algunas de las nuevas modalidades afectivas de hoy dejan un sentimiento de vacío en los jóvenes".

Fueron los mismos jóvenes quienes durante varias clases y talleres me hicieron comprender los conceptos de cada una de estas nuevas formas de enamorarse. Trans-cribo lo que sería un consenso de los significados que me dieron.
Amarre:
Relación de dos personas, hombre y mujer que sintiéndose enamorados desean estar juntos de forma más comprometida para compartir su tiempo, inte- reses y secretos. Se vive la fidelidad entre enamorados (de lo contrario se es “cachudo” y se rompen las reglas sanas).
Vacile 1:
Es la “preli” del amarre. Es el tiempo que sirve para conocer un poco más a la persona con la que tal vez se viva un enamoramiento comprometido. Puede implicar cercanía emocional y quizás algo de contacto físico.
Vacile 2:
Estar con una persona que te atrae pero sin ningún compromiso, por corto tiempo, pasándola bien, utilizándose para divertirse juntos. Se vive la pasión y el deseo: Besos, abrazos y algo más pueden darse en estas relaciones. Depende de las intenciones y de la oportunidad.
Amigos con derecho:
Esas ganas que le tienes a tu amigo o amiga y que puedes saciarlas en una re-lación sexual porque tienes derecho a ello –sin perder su amistad- y nadie puede reclamar, ni su “pelado”, porque tú eres su “amigo”. Puede darse en relaciones de ex enamorados.

Analicemos a fondo
El vacile y el amigo con derecho son las dos nuevas formas que requieren analizarse, pues el enamoramiento parece tener unas reglas más seguras y saludables. Hay unas características comunes entre el vacile y el amigo con derecho: son relaciones cortas, espontáneas. Instantáneas, solubles, no exclusivas y no comprometidas.

  • Cortas: son como espuma de cerveza, se diluye en segundos ¿Dejará huellas?
  • Espontáneas: surgen del momento, no se profundiza en conocer a la persona.
  • Instantáneas: como empiezan rápido, terminan rápido.
  • Solubles: como un café, se deshacen y diluyen.
  • No exclusivas: tienes un poco de todos en ti, en tu cuerpo y ellos también tienen de ti, entre muchos otros.
  • No comprometidas: picas de aquí y de allá, cero estabilidad afectiva. Al final te cansas, te aburres y estás vacío.

¿No te parece que algo está mal? Porque estas características que describimos corresponden a las cosas, a objetos, a relaciones entre animales pero no a personas: utilizables, diluibles, evaporables, descartables, instintivas, no privadas sino públicas, superficiales, light, vacías.
La naturaleza del ser humano es distinta a todas las demás naturalezas que existen sobre la creación: somos los únicos seres con unos privilegios que nos distinguen de los animales y de las plantas: libertad, voluntad, raciocinio y capacidad para amar.
Sin embargo, al parecer, hemos elegido funcionar como producto, siguiendo el instinto y la revolución hormonal, que además, cuando se une al alcohol, produce una bomba, rebajando nuestra riqueza de ser humano.
El mundo ayuda bastante a que una relación de vacile fugaz parezca buena y normal, y que si eres un poco más atrevido te lances a tu amiga, o a pedir derechos sexuales a cuenta de esa amistad. Además, casi todo el mundo lo hace; está de moda: yo vacilo, tú vacilas, él vacila, todos vacilamos.

Sociedad de consumo
La sociedad de consumo en que vivimos suele decir a los jóvenes: ¡Véndete bien! (Muestra lo más que puedas de tu cuerpo). ¡Demuestra quién eres! (Cuánto tienes es cuánto vales). ¡Úsate, úsalo! (Aprovéchense juntos un rato). ¡Explótate! (Tus recursos pueden llevarte lejos). ¡Gózala ahora! (La vida es una sola, nadie te quita lo vivido).
Por otro lado, el mercado te dice: tranquilo, que yo te vendo los productos necesarios para el verdadero amor y la felicidad completa: el plan ilimitado, la tarjeta de crédito, el preservativo, el energizante, barra libre, el viagra, la ropa efectiva, la cirugía plástica, sugar free (creo que brain-free se ha filtrado en algunos productos).
¿Quién quiere ser producto en vez de persona?, ¿objeto voluntario de un placer que llega y asimismo se va? Tú eres persona, no cosa. Valórate, entonces, no puede usarte ni usar a otro, debes amarte primero, sin venderte por aventuras instantáneas que te van dividiendo en trocitos por todas partes.
El amor verdadero se lo encuentra con paciencia, buscándolo en los lugares apropiados, donde iría la gente que busca personas especiales, diferentes, que no siguen al hombre masa.

Usa tus recursos humanos: libertad para elegir a quien más te conviene sin depender de la oportunidad; raciocinio para analizar si por las características de aquella persona y las tuyas vale la pena intentar una relación más comprometida; voluntad para luchar por un amor que valga la pena y rechazar todas esas relaciones fugaces que te dejan un vacío y te impiden encontrar a la persona que deseas y puedes amar con toda la fuerza de tu humanidad.

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